miércoles, 7 de septiembre de 2011

Qué sentido tiene invitar a las hadas a nuestra vida?

El estrés, la comodidad de no tener que preocuparse antiguamente por la cosecha estando las baldas de los supermercados llenas de alimento, el maravillarse por las flores estacionales habiendo plantas y flores de invernadero todo los días...

A pesar de tantas comodidades, es normal que vivamos estresados y deprimidos. El trabajo, el ahogo, las responsabilidades "normales" que nos han inculcado, que si estudios, hipotecas, fechas de entrega, el tener todo listo a una hora concreta... Es normal que estallemos y que nos de por encerrarnos. Antes todo era diferente.

Entonces para que puede servirnos invitar a las hadas a nuestra vida cotidiana?


Es fácil. Hace no mucho la gente no tenía más remedio que ser consciente del poder de la naturaleza porque su vida dependía de ello. Ahora nos hemos vuelto muy comodones.
Antes el mundo natural estaba dominado por espíritus, dioses y diosas. Había que mantenerlos contentos para que los riachuelos se llenasen de salmones, los árboles de fruta y los lagos de agua potable.
Prados, bosques y ríos, montañas, todos estaban vivos y poblados por estos seres sutiles que echaban una mano a los humanos que lo solicitasen de buenos modos.
Esta forma de concebir el mundo podría resultar ilógica para la conciencia moderna, pero incluso la ciencia es una forma de concebir el mundo. Ésta responde a muchas de nuestras preguntas, pero no a todas.

De algún modo las hadas son la esencia del mundo natural. Si nos abrimos a ellas descubriremos otra perspectiva dentro de nuestra propia existencia. Tiene que ver con las sensaciones, por lo que resulta difícil expresarlo con palabras. Pero los regalos de las hadas son variados y muchos, y en su compañía el mundo es mucho más que una máquina de moler o que miríadas de átomos girando según un curso predeterminado. Si aceptamos a las hadas, el mundo adquiere ALMA.

Por otro lado, aunque parezca increíble hay una teoría de la ciencia que respalda a las hadas. Según dice la ciencia: "LA ENERGÍA NO SE PUEDE DESTRUIR, SE TRANSFORMA. SI TE FROTAS LAS MANOS, POR EJEMPLO ESTÁS TRANSFORMANDO ENERGÍA CINÉTICA EN CALORÍFICA (te calientas las manos con el movimiento)". Pues esto tiene que ver mucho con las hadas. Si las hadas son la manifestación energética del mundo natural que a su vez pertenece a la energía de la TIERRA, es normal que ésta transforme sus energías de alguna forma que podamos entender sus mensajes, en forma de seres (hadas). Pero claro aquí la ciencia discutiría el porqué y el cómo de los mensajes.... pero en parte respalda la teoría energética aunque la ciencia niegue toda la "magia".... Démosle tiempo al tiempo.


También si atraemos las hadas a nosotros nos serviría para poder aprender a relajarnos y a conectarnos a esta red energética de la que todos venimos, La Fuente. Esa red donde Gaia nos creó a todos. Sería como  volver al vientre materno.

Las hadas te pueden ayudar no sólo a ver la naturaleza, sino a sentirla en tu corazón. Tal vez veas al mundo cubierto de "luz celestial" como el poeta William Wordsworth. O sientas la expansión de tu ser, que te puedes relajar y sentir como en casa.
Evidentemente, aparte de este lado dulce y sentimental de la naturaleza, hemos de recordar que tiene otro lado. Un lado destructivo.
No hay nada malo en ser positivo sobre las cosas, pero también las hadas pueden mostrarnos lo negativo, obligándonos a sentir un verdadero respeto por los poderes que están más allá de nuestra capacidad de control para que no nos tomemos nada a la ligera.

Las hadas son nuestra conexión con la naturaleza, como bien he explicado, pero también nos ofrecen muchos otros regalos. Pueden ayudarnos a fomentar nuestra imaginación y creatividad, a relajarnos, a reírnos, teniendo en cuenta que en realidad nada tiene tanta importancia y que a veces solemos tomarnos a pecho cosas irrisorias.




Fuente: LDS Percyto, y La Biblia de las Hadas (de Teresa Moorey) Gaia Ediciones.

El estrés, la comodidad de no tener que preocuparse antiguamente por la cosecha estando las baldas de los supermercados llenas de alimento, el maravillarse por las flores estacionales habiendo plantas y flores de invernadero todo los días...

A pesar de tantas comodidades, es normal que vivamos estresados y deprimidos. El trabajo, el ahogo, las responsabilidades "normales" que nos han inculcado, que si estudios, hipotecas, fechas de entrega, el tener todo listo a una hora concreta... Es normal que estallemos y que nos de por encerrarnos. Antes todo era diferente.

Entonces para que puede servirnos invitar a las hadas a nuestra vida cotidiana?


Es fácil. Hace no mucho la gente no tenía más remedio que ser consciente del poder de la naturaleza porque su vida dependía de ello. Ahora nos hemos vuelto muy comodones.
Antes el mundo natural estaba dominado por espíritus, dioses y diosas. Había que mantenerlos contentos para que los riachuelos se llenasen de salmones, los árboles de fruta y los lagos de agua potable.
Prados, bosques y ríos, montañas, todos estaban vivos y poblados por estos seres sutiles que echaban una mano a los humanos que lo solicitasen de buenos modos.
Esta forma de concebir el mundo podría resultar ilógica para la conciencia moderna, pero incluso la ciencia es una forma de concebir el mundo. Ésta responde a muchas de nuestras preguntas, pero no a todas.

De algún modo las hadas son la esencia del mundo natural. Si nos abrimos a ellas descubriremos otra perspectiva dentro de nuestra propia existencia. Tiene que ver con las sensaciones, por lo que resulta difícil expresarlo con palabras. Pero los regalos de las hadas son variados y muchos, y en su compañía el mundo es mucho más que una máquina de moler o que miríadas de átomos girando según un curso predeterminado. Si aceptamos a las hadas, el mundo adquiere ALMA.

Por otro lado, aunque parezca increíble hay una teoría de la ciencia que respalda a las hadas. Según dice la ciencia: "LA ENERGÍA NO SE PUEDE DESTRUIR, SE TRANSFORMA. SI TE FROTAS LAS MANOS, POR EJEMPLO ESTÁS TRANSFORMANDO ENERGÍA CINÉTICA EN CALORÍFICA (te calientas las manos con el movimiento)". Pues esto tiene que ver mucho con las hadas. Si las hadas son la manifestación energética del mundo natural que a su vez pertenece a la energía de la TIERRA, es normal que ésta transforme sus energías de alguna forma que podamos entender sus mensajes, en forma de seres (hadas). Pero claro aquí la ciencia discutiría el porqué y el cómo de los mensajes.... pero en parte respalda la teoría energética aunque la ciencia niegue toda la "magia".... Démosle tiempo al tiempo.


También si atraemos las hadas a nosotros nos serviría para poder aprender a relajarnos y a conectarnos a esta red energética de la que todos venimos, La Fuente. Esa red donde Gaia nos creó a todos. Sería como  volver al vientre materno.

Las hadas te pueden ayudar no sólo a ver la naturaleza, sino a sentirla en tu corazón. Tal vez veas al mundo cubierto de "luz celestial" como el poeta William Wordsworth. O sientas la expansión de tu ser, que te puedes relajar y sentir como en casa.
Evidentemente, aparte de este lado dulce y sentimental de la naturaleza, hemos de recordar que tiene otro lado. Un lado destructivo.
No hay nada malo en ser positivo sobre las cosas, pero también las hadas pueden mostrarnos lo negativo, obligándonos a sentir un verdadero respeto por los poderes que están más allá de nuestra capacidad de control para que no nos tomemos nada a la ligera.

Las hadas son nuestra conexión con la naturaleza, como bien he explicado, pero también nos ofrecen muchos otros regalos. Pueden ayudarnos a fomentar nuestra imaginación y creatividad, a relajarnos, a reírnos, teniendo en cuenta que en realidad nada tiene tanta importancia y que a veces solemos tomarnos a pecho cosas irrisorias.




Fuente: LDS Percyto, y La Biblia de las Hadas (de Teresa Moorey) Gaia Ediciones.