- Mortero y mano de almirez: Útiles para moler y mezclar hierbas, o majar flores y cortezas y elaborar inciensos y polvos. Los de metal y piedra parecen ser los mejores para trabajar en general (los de vidrio o cerámica pueden quebrarse si no se usan adecuadamente y los de madera absorben olores y pueden astillarse). No hay ceremonia de consagración necesaria para esta herramienta, simplemente lávalos bien antes del primer uso y déjalos secar frente a un fuego.
- Olla de medio galón (o más grande) de vidrio, esmaltada o no metálica resistente al calor: Aquí se preparan infusiones, condensadores y otros líquidos mágicos. Debe tener un asa resistente al calor de tal forma que no queme las manos. También debe tener una tapa de vidrio o cerámica que pueda contener el vapor y los aceites esenciales mientras se procesan las hierbas.
- Una fuente de calor: Gran parte de la magia en el herbalismo mágico es mejorada con el fuego. De este modo te puede servir el fuego de una chimenea, un fogón de camping-gas, una encimera portátil de gas, o eléctrica de las que hay ahora... Normalmente si tu fuente de fuego está en la habitación donde practicas magia te va a beneficiar más, sino va a tocar preparar todo en la cocina.
- Mantén una buena reserva de velas: Cualquier tipo de vela es ideal para la mayoría de rituales. Ten a mano una buena selección de colores para los siguientes usos:
Rosado: Amor y afecto
Verde: Prosperidad y Fertilidad
Rojo: Pasión y Vitalidad
Azul: Curación y Paz
Amarillo: Poderes mentales e Intelectualismo
Morado: Estimulación de tus propios poderes mágicos
Blanco: Bendiciones y Trabajo en General (color estándar para todo propósito)
Pardo o Marrón: Hacer magia para animales
Negro: Desterrar enfermedades, Exorcismos y Romper hechizos
- Un incensario: Para poder quemar incienso. Hay de varios tipos, lo ideal es que lo puedas llenar de arena para pinchar la varilla o poner una pastilla de carbón con el polvo del incienso encima. La primera vez que lo uses, quema en él olíbano o rimero puro para purificarlo.
- Bloques de carbón vegetal: Sobre ellos quemaremos el incienso que fabriquemos. Te recomiendo los de encendido rápido.
- Aceite de Oliva Puro: Requerido en muchos hechizos.
- Sal Marina: A veces necesaria para ciertos rituales.
- Agua de Manantial: Contra más pura el agua que se requiera para un hechizo, mejor.
- Agujas y similares: Ten una selección de hilos de color, alfileres, estopillas, muselinas, y otros tejidos naturales para hacer saquitos, amuletos, etc.
- Un gotero: Para mezclar aceites.
- Una pluma: No sirven los bolígrafos, pluma y tinta china roja negra y verde para ciertos rituales.
- Un suministro de hierbas: Una selección inicial recomendada sería romero, verbena, laurel, milenrama, ruda, olíbano, canela, eucalipto y muérdago ya que son útiles en una amplia variedad de hechizos y son fáciles de conseguir.
Fuente: LDS Percyto y Herbalismo Mágico de Scott Cunningham (Ed. Llewellyn)
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