domingo, 28 de agosto de 2011

Un poco de Historia

En las tradiciones de todos los pueblos del mundo se ha creído en la existencia de las hadas y los seres elementales.

La primeras referencias sobre las hadas nos llevan al Antiguo Egipto. El país del Nilo estaba custodiado por numerosos dioses. Ra se situaba como el padre Sol, y las divinidades femeninas eran muy apreciadas, ya que eran madres y al mismo tiempo protectoras. Si se les imploraba, podían ayudar y favorecer a las personas por medio de su magia. ¿Sabíais que el mito de Hada Madrina tiene su origen en el Antiguo Egipto?



Los egipcios creían que cada vez que nacía un niño aparecían las llamadas "Siete Hathors". Estos seres celestiales, que estaban por debajo de otras divinidades mayores, acudían en cuanto un niño venía al mundo y le predecían el futuro. Aún así tampoco se conoce muy bien de dónde surgen estos seres celestiales.
Algunos creen que eran 7 sacerdotisas de Isis la Gran Maga. Otros aseguran que el hecho de llamarse Hathors proviene de la Diosa Hathor, otra divinidad egipcia relacionada con el amor, la alegría y la fertilidad.


Si nos vamos a Grecia, las hadas cobran mayor protagonismo. Durante el apogeo de la cultura griega se tejieron innumerables historias de estos seres que poblaban colinas, bosques, y ríos.



El río Peneo tenía su propio dios, que controlaba y gobernaba el discurrir de sus aguas. A su vez este dios poseía hijos, seres que habían heredado parte de la divinidad de su padre, aunque, a diferencia de éste, no eran inmortales.
Los hijos de la tierra y los ríos de llamaban "ninfas" y su función era cuidar a sus progenitores. Estos seres femeninos eran de una belleza excepcional, y enamoraban sin quererlo a hombres y dioses.

Más adelante, en la mitología romana, aparecen las "fata" (de ahí procede el vocablo "hada"), otro modo de denominar a las parcas, que presidían el nacimiento de los niños y decidían su destino.

Las leyendas de hermosas doncellas de la naturaleza siguieron en la Edad Media. En esa época, ya aparecen bautizadas con el nombre de "hadas". Pero el concepto que se forja sobre las hadas en esa época no siempre es positivo, ya que se relacionaba muchas veces con las brujas. La tradición proveniente de Roma y Grecia asomó en el medievo pero desde un punto de vista desconfiado y supersticioso. Todo lo que no fuera puramente cristiano era sospechoso y las hadas sufrieron esa acusación.

Con el renacimiento el nuevo hombre huye del concepto medieval que consideraba el mundo un "valle de lágrimas" y se produce una vuelta a los valores clásicos de Grecia y Roma. Fue en esa época cuando Shakespeare creó la gran obra "El Sueño de una noche de verano".


Ya en el siglo XIX, durante el romanticismo, las hadas recuperarían todo su esplendor después de otra vuelta a la oscuridad debido al período Barroco. Infinidad de cuentos y relatos poblaron la vida de la sociedad victoriana, e insuflaron algo de fantasía al espíritu "demasiado rígido" de aquella época.



Fuente: La Magia de las Hadas de Emerald O'Callaghan (Ed. Océano Ámbar)

1 comentario:

  1. Jajajja es mi varita provisional!!!
    Como es tan pequeña la llamo Meñique ^^ Es su nombre. Aún espero encontrar la buena en mi pueblo (al que hace 2 años que no voy por motivos familiares). Tengo ganas de ir!

    Besos

    ResponderEliminar

Un poco de Historia
13:48 | Author: Percyto_Elfito^^
En las tradiciones de todos los pueblos del mundo se ha creído en la existencia de las hadas y los seres elementales.

La primeras referencias sobre las hadas nos llevan al Antiguo Egipto. El país del Nilo estaba custodiado por numerosos dioses. Ra se situaba como el padre Sol, y las divinidades femeninas eran muy apreciadas, ya que eran madres y al mismo tiempo protectoras. Si se les imploraba, podían ayudar y favorecer a las personas por medio de su magia. ¿Sabíais que el mito de Hada Madrina tiene su origen en el Antiguo Egipto?



Los egipcios creían que cada vez que nacía un niño aparecían las llamadas "Siete Hathors". Estos seres celestiales, que estaban por debajo de otras divinidades mayores, acudían en cuanto un niño venía al mundo y le predecían el futuro. Aún así tampoco se conoce muy bien de dónde surgen estos seres celestiales.
Algunos creen que eran 7 sacerdotisas de Isis la Gran Maga. Otros aseguran que el hecho de llamarse Hathors proviene de la Diosa Hathor, otra divinidad egipcia relacionada con el amor, la alegría y la fertilidad.


Si nos vamos a Grecia, las hadas cobran mayor protagonismo. Durante el apogeo de la cultura griega se tejieron innumerables historias de estos seres que poblaban colinas, bosques, y ríos.



El río Peneo tenía su propio dios, que controlaba y gobernaba el discurrir de sus aguas. A su vez este dios poseía hijos, seres que habían heredado parte de la divinidad de su padre, aunque, a diferencia de éste, no eran inmortales.
Los hijos de la tierra y los ríos de llamaban "ninfas" y su función era cuidar a sus progenitores. Estos seres femeninos eran de una belleza excepcional, y enamoraban sin quererlo a hombres y dioses.

Más adelante, en la mitología romana, aparecen las "fata" (de ahí procede el vocablo "hada"), otro modo de denominar a las parcas, que presidían el nacimiento de los niños y decidían su destino.

Las leyendas de hermosas doncellas de la naturaleza siguieron en la Edad Media. En esa época, ya aparecen bautizadas con el nombre de "hadas". Pero el concepto que se forja sobre las hadas en esa época no siempre es positivo, ya que se relacionaba muchas veces con las brujas. La tradición proveniente de Roma y Grecia asomó en el medievo pero desde un punto de vista desconfiado y supersticioso. Todo lo que no fuera puramente cristiano era sospechoso y las hadas sufrieron esa acusación.

Con el renacimiento el nuevo hombre huye del concepto medieval que consideraba el mundo un "valle de lágrimas" y se produce una vuelta a los valores clásicos de Grecia y Roma. Fue en esa época cuando Shakespeare creó la gran obra "El Sueño de una noche de verano".


Ya en el siglo XIX, durante el romanticismo, las hadas recuperarían todo su esplendor después de otra vuelta a la oscuridad debido al período Barroco. Infinidad de cuentos y relatos poblaron la vida de la sociedad victoriana, e insuflaron algo de fantasía al espíritu "demasiado rígido" de aquella época.



Fuente: La Magia de las Hadas de Emerald O'Callaghan (Ed. Océano Ámbar)

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1 comentarios:

On 28 de agosto de 2011, 16:01 , Allanna uth Sameth dijo...

Jajajja es mi varita provisional!!!
Como es tan pequeña la llamo Meñique ^^ Es su nombre. Aún espero encontrar la buena en mi pueblo (al que hace 2 años que no voy por motivos familiares). Tengo ganas de ir!

Besos